Con el envejecimiento de la población, cada vez es más común enfrentar situaciones en las que una persona mayor pierde, total o parcialmente, la capacidad de tomar decisiones. Este proceso, conocido como incapacitación, es un recurso legal destinado a proteger a personas que, debido a enfermedades o deterioro cognitivo, ya no pueden manejar sus propios asuntos.
En este artículo, explicaremos en qué consiste la incapacitación, los procedimientos legales y cómo afecta a las familias.
Índice del artículo
¿Qué es la incapacitación de personas mayores?
La incapacitación es un procedimiento legal por el cual se declara que una persona no tiene la capacidad para tomar decisiones de manera autónoma. La razón suele estar relacionada con enfermedades como el Alzheimer, Parkinson en estado avanzado, demencias seniles, entre otras condiciones.
En este sentido, la ley entiende que estas personas están en situación de vulnerabilidad y establece medidas de protección para asegurar que sus derechos y bienestar estén garantizados.
¿Cuándo es necesario iniciar el proceso de incapacitación?
Determinar el momento adecuado para considerar la incapacitación es una decisión difícil para cualquier familia. Sin embargo, existen algunas señales de alerta:
- Dificultad para administrar bienes o ingresos. Si la persona mayor presenta dificultades para gestionar su economía o cae en repetidas ocasiones en situaciones de fraude, puede ser una señal de que necesita protección adicional.
- Problemas para tomar decisiones médicas. Muchas veces, los problemas cognitivos dificultan la comprensión de tratamientos médicos o del impacto de ciertas decisiones sobre su salud.
- Cambios de conducta o abandono de la higiene. La falta de autocuidado y cambios de conducta (como la agresividad o el aislamiento) también pueden indicar que la persona ya no tiene pleno control sobre sus decisiones y bienestar.
Si bien cada situación es distinta, estas señales pueden orientar a las familias sobre cuándo es prudente iniciar el proceso.
¿Cómo es el proceso de incapacitación?
El proceso de incapacitación es un trámite judicial que puede ser solicitado por un familiar cercano, como hijos, cónyuge, o incluso un amigo si la persona no tiene familiares. El procedimiento implica los siguientes pasos:
- Presentación de la solicitud. Se debe presentar ante un juez la solicitud de incapacitación acompañada de documentación médica que respalde la necesidad de protección.
- Evaluación médica. En la mayoría de los casos, el juez ordenará la realización de evaluaciones psiquiátricas y psicológicas. Estos exámenes ayudan a determinar la capacidad real de la persona para tomar decisiones y ofrecer un diagnóstico preciso de su estado mental.
- Designación de tutor. Una vez aprobada la incapacitación, se nombra un tutor que será el responsable de tomar decisiones por el incapacitado. Esta figura puede ser un familiar o, en caso de no haber, una institución o un tutor profesional designado por el Estado.
- Supervisión judicial. El tutor deberá rendir cuentas periódicamente de su gestión, especialmente si está encargado de los bienes y decisiones económicas de la persona incapacitada.
¿Qué papel cumple el tutor?
El tutor designado asume la responsabilidad de velar por el bienestar de la persona incapacitada, tomando decisiones en áreas clave como:
- Economía y bienes. El tutor administra los bienes y finanzas del incapacitado, asegurándose de que sus recursos se utilicen de forma adecuada para cubrir sus necesidades.
- Decisiones médicas. Es también el encargado de autorizar tratamientos médicos y tomar decisiones en beneficio de la salud del incapacitado.
- Asuntos personales. El tutor vela por el bienestar general del incapacitado, asegurando que reciba la atención y el cuidado que necesita para vivir en condiciones dignas.
Alternativas a la incapacitación: ¿Se puede prever esta situación?
Si bien la incapacitación es un recurso valioso para casos de deterioro avanzado, existen alternativas legales que permiten a las personas mayores anticiparse y planificar sus decisiones en caso de llegar a necesitar ayuda. Entre las opciones más comunes están:
- Poder preventivo: este documento permite que una persona designe a un apoderado que tome decisiones en su nombre en caso de que pierda la capacidad de hacerlo. Es un recurso legal muy útil para evitar el proceso judicial de incapacitación.
- Testamento vital: un documento donde la persona mayor puede dejar constancia de sus preferencias médicas, asegurándose de que se respeten sus deseos en situaciones delicadas de salud.
- Designación de tutor anticipado: algunas personas prefieren designar a un tutor específico para el caso de que en el futuro pierdan capacidad. De esta manera, pueden escoger a alguien en quien confían plenamente.
Apoyo emocional a las familias durante el proceso
El proceso de incapacitación puede ser emocionalmente difícil tanto para la persona afectada como para sus seres queridos. La pérdida de autonomía es un cambio significativo, y muchos familiares experimentan sentimientos de culpa o tristeza. Es fundamental recordar que la incapacitación es una medida de protección y que el objetivo es asegurar el bienestar y la dignidad de la persona afectada.
Para las familias, contar con el apoyo de un abogado especializado en derecho de familia puede marcar una gran diferencia. En Pajuelo, Fdez. Villa y Asociados, no solo te orientamos sobre los trámites, sino que también te ofrecemos apoyo emocional y práctico en cada fase del proceso, ayudando a que la transición sea más llevadera.
Si se hace de manera correcta y con el apoyo adecuado, este proceso puede asegurar que la persona afectada reciba el cuidado y respeto que merece.