Como ya sabrás, la insolvencia es una situación en la cual una persona o empresa no dispone de recursos financieros para hacer frente a sus obligaciones de pago. De esta forma, en el momento en que tenga un compromiso económico, no podrá cumplir con su deuda.
Pero, la situación cambia cuando es la propia persona o empresa la que decide por sus propios medios no hacer frente a su deuda económica. En este caso, hablamos de un delito de insolvencia punible, el cual detallamos en este post.
🔴 Abogados especialistas en Derecho Mercantil
Índice del artículo
¿Qué es el delito de insolvencia punible?
La insolvencia punible se produce cuando una persona o empresa oculta, destruye o disimula los activos que posee, con el fin de evitar el pago de sus deudas. Este tipo de insolvencia es considerada un delito, por lo que puede ser sancionada con una multa o incluso pena de cárcel.
Cuando nos encontramos ante un caso de insolvencia punible, el deudor actúa de forma intencionada tratando de eludir su responsabilidad frente a sus acreedores. Este acto fraudulento puede ser detectado mediante una investigación financiera y contable, y las sanciones pueden variar según la jurisdicción y la gravedad del delito cometido.
En España, el delito de insolvencia punible está regulado en el artículo 259 del Código Penal, que considera insolvencia punible cuando un deudor ‘simule o agrave su situación patrimonial, realice actos de disposición patrimonial en fraude de sus acreedores o, de cualquier otro modo, ejecute o permita ejecutar actos que dificulten o imposibiliten la satisfacción de las deudas pendientes’.
¿Cuándo se da este caso de delito?
Para entender bien en qué situaciones se puede dar el caso de insolvencia punible, a continuación, presentamos algunos ejemplos en los que puede tener lugar este tipo de delito:
- Ocultación de bienes: Una persona puede intentar ocultar sus bienes, como propiedades o cuentas bancarias, para evitar que sean embargados por sus acreedores y poder mantenerlos para sí mismo.
- Simulación de operaciones: Una empresa puede simular operaciones comerciales o contables para aparentar una situación financiera mejor de la que realmente tiene, engañando a sus acreedores y evitando el pago de sus deudas.
- Disposición de bienes: Un deudor puede disponer de sus bienes de manera irregular, como transferirlos a un tercero sin recibir contraprestación alguna, con el fin de evitar que sean embargados o utilizados para el pago de sus deudas.
- Fraude en la contabilidad: Una empresa puede manipular sus registros contables para ocultar ingresos o beneficios y simular una situación económica peor de la actual, evitando así el pago de sus obligaciones.
Es importante tener en cuenta que no todas las situaciones de insolvencia son punibles, ya que debe haber un componente de fraude o mala fe por parte del deudor. Además, cada país tiene su propia regulación y definición de insolvencia punible, por lo que es importante consultar a un abogado especializado en derecho mercantil en caso de duda o sospecha de fraude.
Si tienes dudas sobre tu situación financiera o la de tu empresa, no dudes en contactar con nosotros, en Pajuelo, Fdez. Villa y Asociados te asesoraremos de la forma adecuada.